ChatGPT: las preguntas que baten furiosamente sus alas en torno al «hype» del momento

Desde que a finales de 2022 la startup estadounidense OpenAI sacara del horno el chatbot de inteligencia artificial (IA) generativa ChatGPT, no se habla de otra cosa en la industria tecnológica, que parece haber encontrado rápidamente reemplazo al que fue hasta hace solo unos meses su «niño bonito»: el metaverso (ese del que ya nadie parece acordarse a día de hoy).

La entrada en escena de ChatGPT ha inaugurado un debate (altisonante a veces) sobre las consecuencias de la IA generativa en el devenir de la humanidad. Según los expertos, programas como ChatGPT son solo la antesala de un copioso torrente de aplicaciones (casi mágicas) con el foco puesto en la inteligencia artificial generativa.

Por lo pronto la IA generativa, a la que están adscritos no solo ChatGPT sino también programas de generación de imágenes como DALL-E 2 y Midjourney, provocará un terremoto de muchos grados en la escala de Richter en la industria del marketing y la publicidad. Apoyándose en estos programas de nueva hornada, quienes se desenvuelven profesionalmente en la arena de la creatividad ganarán supuestamente en eficiencia y alumbrarán proyectos con mayor celeridad.

Alimentándose de las toneladas de conocimiento alojadas en las entrañas de la red de redes, ChatGPT es capaz de generar varias páginas de texto en cuestión de segundos y su calidad asombra incluso a quienes contemplan con mayor recelo esta innovación.

¿Cuál es el origen del «hype» que aletea actualmente en torno a ChatGPT?

Si ChatGPT ha alcanzado tan rápidamente el estatus de «hype», es buena medida porque se trata de una aplicación que hace accesible la inteligencia artificial a usuarios completamente legos en esta materia. Estamos, por lo tanto, ante una herramienta que ha democratizado la IA generativa y la ha puesto al alcance de todo el mundo.

A todo ello se une que quienes ya han hincado el diente a ChatGPT comparten profusamente sus experiencias con esta tecnología en las redes sociales, donde el programa de OpenAI no se despega de los labios de quienes están presentes en las plataformas 2.0 y tiene por supuesto el estatus de viral.

¿Cuáles son las oportunidades de ChatGPT?

La herramienta de OpenAI es en realidad solo el pistoletazo de salida de la IA generativa, que aloja en realidad mucho más potencial en sus entrañas. Los expertos están convencidos de que ChatGPT y las aplicaciones que sucederán a esta herramienta cambiarán por completo el trabajo y redundarán en su eficiencia. Los trabajadores podrán, por ejemplo, confiar investigaciones a ChatGPT y la elaboración de borradores provisionales con los datos compilados con esta herramienta.

En un futuro no demasiado lejano ChatGPT estará tan firmemente imbricado en las rutinas de trabajo como lo están a día de hoy los traductores o programas como Photoshop.

ChatGPT afectará también previsiblemente a los motores de búsqueda, que agasajarán al usuario con respuestas directas a sus preguntas y no con miles de respuestas posibles a tales preguntas (como sucede a día de hoy en Google).

¿Qué riesgos hay solapados al uso de ChatGPT?

Si bien ChatGPT es capaz de alumbrar textos bastante certeros y revestidos de suficiente calidad, lo cierto es que esta tecnología no es modo inmune a los errores. Y es preciso revisar minuciosamente los textos que genera para prevenir inexactitudes que pueden ser potencialmente muy graves.

Conviene, por otra parte, hacer notar que el software de ChatGPT no es capaz por sí solo de determinar si la información de la que su nutre es o no creíble. Puede que esta herramienta sea un importante apoyo a la hora de escribir emails, informes y otros textos, pero la mediación de humanos de carne y hueso (en absoluto redundantes) sigue siendo un «must» para sacar todo el partido a ChatGPT.

De lo contrario, podríamos dar vía libre a quienes con malas intenciones se parapetan tras tecnologías como ChatGPT con el último objetivo de dar pábulo a mentiras y tratar de influir torticeramente en las decisiones de la gente. Es importante, por ende, ser cautos a la hora de encomendar decisiones importantes a programas como ChatGPT.

¿Cuál es el impacto de ChatGPT en el mercado laboral?

ChatGPT ahorra tiempo a quienes se zambullen en sus procelosas aguas y en tanto que ahorra tiempo puede traducirse a la larga en el recorte de puestos de trabajo.

Hasta hace no mucho parecía que los escritores, los periodistas y los profesores serían los últimos en verse afectados por la inteligencia artificial, pero la ruidosa entrada de escena de ChatGPT ha desbaratado por completa esta suposición.

No obstante, y puesto que nadie duda de que la desinformación cabalgará desgraciadamente a lomos de la IA generativa, no será posible desterrar totalmente a los seres humanos de carne y hueso de la ecuación.

Hay quienes profetizan, de hecho, que los seres humanos de carnes disfrutarán de un rol preponderante en la supervisión de sistemas como ChatGPT (que están, al fin y al cabo, abocados a convertirse en un semillero de «fake news»).

¿Hay que regular programas como ChatGPT?

A ojos de muchos expertos, el «boom» de la inteligencia artificial supondrá que la información que llega a nuestros ojos estará a merced de solo un puñado de empresas. Razón de más, dicen los expertos, para que todos los «players» involucrados en este segmento de actividad se unan en una acción concertada para definir las reglas de la IA generativa y garantizar que esta tecnología respete la pluralidad.

 

Fuente: Esther Lastra – Marketingdirecto.com